Según Ceriani, los representantes del spa intentaron resolver el asunto de forma privada, pero Murray negó las acusaciones y “bloqueó todas las líneas de comunicación”. Esta falta de una declaración pública o un intento de aclaración ha dejado que la narrativa sea controlada enteramente por el periodista y el video difundido. Por su parte, el spa ha decidido no emprender acciones legales, argumentando que el costo del proceso sería mayor al del equipo robado.

Esta decisión, aunque pragmática, permite que la acusación persista en la opinión pública sin una resolución judicial. El periodista enfatizó la gravedad del hecho con la frase: “Nunca se ha visto una actriz mexicana haciendo esto”, subrayando el impacto negativo en la imagen de Murray, cuya carrera de más de 30 años queda manchada por este incidente.