La reconocida actriz mexicana Gabriela Murray enfrenta una grave acusación de robo, luego de que se difundiera un video que presuntamente la muestra sustrayendo un computador portátil de un spa. El caso pone de relieve el poder de las cámaras de seguridad y el periodismo de espectáculos para exponer el comportamiento de figuras públicas. El escándalo fue destapado por el periodista Javier Ceriani, quien publicó en su canal de YouTube las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento. En el video, según el reporte, se observa a Murray en la recepción; cuando la empleada se ausenta, la actriz presuntamente desconecta el portátil, lo guarda en su bolso junto a otros objetos y abandona el lugar. La respuesta de la actriz ante esta crisis ha sido una estrategia de negación y silencio.
Según Ceriani, los representantes del spa intentaron resolver el asunto de forma privada, pero Murray negó las acusaciones y “bloqueó todas las líneas de comunicación”. Esta falta de una declaración pública o un intento de aclaración ha dejado que la narrativa sea controlada enteramente por el periodista y el video difundido. Por su parte, el spa ha decidido no emprender acciones legales, argumentando que el costo del proceso sería mayor al del equipo robado.
Esta decisión, aunque pragmática, permite que la acusación persista en la opinión pública sin una resolución judicial. El periodista enfatizó la gravedad del hecho con la frase: “Nunca se ha visto una actriz mexicana haciendo esto”, subrayando el impacto negativo en la imagen de Murray, cuya carrera de más de 30 años queda manchada por este incidente.
En resumenLa actriz Gabriela Murray fue acusada de robar un computador, con un video como principal evidencia. Su respuesta ha sido negar las acusaciones y cortar la comunicación con el establecimiento afectado, que ha decidido no emprender acciones legales. El escándalo, difundido por un periodista, afecta directamente su imagen pública y su larga trayectoria profesional.