“Sí, en 18 años uno comete errores y yo cometí uno.
Me mandé una cag… malísima, y me hago cargo de una parte de lo que se dijo”, admitió.
Sin embargo, su declaración no se limitó a la simple confesión. La actriz contextualizó el suceso, aclarando que su error no fue la causa principal de la ruptura, sino el detonante de una situación preexistente. “Era una relación que venía mal y estábamos en crisis hace un año”, explicó, añadiendo que la separación fue una decisión mutua. Describió la infidelidad como “Un desliz absoluto, una idiotez de la cual estoy arrepentida”, con una “persona random”. Accardi también destacó la respuesta de su esposo, afirmando que fue perdonada y que la separación se cerró con amor y respeto: “terminamos con un abrazo y amándonos”. Esta gestión de la crisis se enfoca en preservar la imagen de ambos como profesionales y como personas que, a pesar de un error, mantienen un vínculo cordial, al punto de seguir colaborando en proyectos teatrales. Al presentarse como vulnerable y humana, busca la empatía del público en lugar de justificar sus acciones.