Esta acción legal agudiza una disputa familiar que ya involucraba acusaciones sobre transferencias financieras de gran envergadura.
La nueva ofensiva legal del artista representa un capítulo más en una contienda que se ha desarrollado en los tribunales tras su separación.
Según los informes, el cantante acusa a su expareja de haber “eliminado información confidencial clave”, una acusación grave que sugiere un intento de obstruir procesos o de ocultar activos. Aunque los detalles específicos de la información supuestamente eliminada no se han hecho públicos, la magnitud de la demanda subraya la importancia que el equipo legal de Yankee le atribuye. Este conflicto no surge en el vacío; se enmarca en una disputa previa que salió a la luz en 2024.
En ese entonces, el centro de la controversia fueron unas transferencias por un valor total de cien millones de dólares, presuntamente realizadas por su exesposa y su excuñada. La existencia de esta disputa anterior sugiere un patrón de desconfianza y desacuerdos financieros profundos entre las partes. A diferencia de otras disputas de celebridades, este caso se está manejando con una notable discreción en cuanto a declaraciones públicas, con la batalla librándose principalmente a través de documentos judiciales. La controversia pone de relieve las complejidades y los altos riesgos financieros inherentes a las separaciones de figuras de alto perfil, donde los patrimonios millonarios se convierten en el principal campo de batalla.