Según narró, fue su hermano Ricky quien reaccionó heroicamente, tomándola del cabello para evitar que cayera al mar.

La angustia aumentó cuando notaron que su mánager, Andrea, había sido arrastrada por la corriente hacia un hueco en la estructura, siendo rescatada por testigos locales segundos antes de que otra ola impactara. Su hermano calificó la experiencia como un momento en el que estuvieron en “peligro de muerte”.

Aunque no hubo heridos graves, el equipo perdió celulares, micrófonos y otros equipos de grabación.

El testimonio de Álvarez generó gran impacto, sirviendo como una lección sobre los peligros de la naturaleza y la importancia de la precaución, incluso en lugares turísticos.