La cantante e influencer Cíndy Ávila, conocida como La Toxicosteña, protagonizó un intenso enfrentamiento público en redes sociales con su exmánager, Oswaldo García. La disputa, que incluyó amenazas, acusaciones de injuria y la filtración de audios, escaló al terreno judicial, captando la atención de miles de seguidores. El conflicto se desató cuando Ávila publicó una captura de pantalla de una amenaza anónima que decía: “Te metiste con una familia que no te tenías que meter, prepárate”, responsabilizando directamente a García y a su esposa. La respuesta de su exrepresentante no se hizo esperar, lanzando una serie de acusaciones personales a través de sus propias redes.
García afirmó que la influencer mantenía una relación por conveniencia con Yina Calderón, asegurando que “Yina le presta plata para mantener la vida que ella quiere mostrar en redes, pero no las soporta”. Además, insinuó que Ávila habría tenido un vínculo con un productor de 'La casa de los famosos' para obtener beneficios. Ante la escalada de los ataques, La Toxicosteña anunció acciones legales, contratando a la abogada Wendy Herrera, reconocida por representar a Betsy Liliana, exesposa de Diomedes Díaz. La firma de abogados emitió un comunicado denunciando el “uso irresponsable y abusivo de plataformas digitales para propagar afirmaciones injuriosas” por parte de García.
La disputa, que se desarrolló íntegramente en el ámbito digital con pruebas y contrapruebas expuestas públicamente, evidencia cómo los conflictos personales de las figuras públicas pueden convertirse en espectáculos mediáticos con serias implicaciones legales.
En resumenLa disputa viral en redes sociales entre La Toxicosteña y su exmánager, Oswaldo García, escaló de un intercambio de acusaciones y amenazas a un proceso legal formal. Este caso subraya cómo las plataformas digitales se han convertido en un campo de batalla para conflictos personales que pueden tener consecuencias judiciales significativas.