En su mensaje, reconoció haber sido “soberbia y grosera” y se comprometió a mejorar su comunicación.
La polémica se desató a finales de septiembre, cuando Lafaurie lanzó una convocatoria para un puesto polivalente que exigía habilidades en creación de contenido, edición de videos, redacción comercial y manejo de herramientas digitales, funciones que muchos consideraron excesivas para un solo cargo. La controversia escaló cuando, en respuesta a las críticas, la empresaria defendió las exigencias afirmando que “eso es emprender” y que quien se quejara de esas tareas podía “ser cajero en Oxxo”.
Este comentario fue percibido como un menosprecio hacia dicho trabajo y generó un fuerte rechazo.
Tras la reacción negativa, Lafaurie eliminó el video original, pero la discusión continuó. Finalmente, el 4 de octubre, publicó un nuevo video para abordar la situación. “La embarré y vengo a dar la cara y pedir perdón”, afirmó al inicio de su mensaje.
En su disculpa, reconoció tres errores principales: haber lanzado una convocatoria sin claridad, responder de forma grosera menospreciando otro trabajo y adoptar un tono burlesco en comunicaciones posteriores.
“La verdad actué desde la rabia y no desde el amor, que es lo que me caracteriza.
Fui soberbia y grosera”, admitió.
Concluyó comprometiéndose a ser más cuidadosa y respetuosa en el futuro y a “seguir generando empleo digno y de calidad”.