“No puedo con este dolor en mi pecho. Estábamos felices y con muchos proyectos en puerta”, escribió, además de una contundente frase: “Hoy odio a México más que a mi vida.
No es justo lo que está pasando”.
Poco después de estas publicaciones, el 23 de septiembre, fue reportada como desaparecida. La Fiscalía de Ciudad de México emitió una ficha de búsqueda, indicando que fue vista por última vez en la colonia Santa Cruz Atoyac. La noticia causó alarma, ya que se temía que hubiera corrido la misma suerte que los músicos. Sin embargo, el caso dio un giro inesperado cuando el Registro Nacional de Detenciones confirmó que Miller no estaba desaparecida, sino que había sido detenida el mismo 23 de septiembre en Tlalnepantla, Estado de México, por la Coordinación Nacional Antisecuestro.
Las autoridades la consideraban una pieza clave, pues se creía que poseía información sobre las últimas horas de los artistas, incluyendo conversaciones sobre las personas con las que se iban a reunir.
Tras tres días bajo custodia, y para sorpresa de muchos, la actriz fue puesta en libertad el 26 de septiembre.
El periodista Carlos Jiménez informó que su liberación se debía a falta de pruebas y que ahora se encontraba “ausente por voluntad propia”, lo que añade aún más misterio a su participación en el caso.