La presión aumentó cuando el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, cuestionó a Disney (empresa matriz de ABC) y advirtió sobre la posibilidad de retirar licencias de transmisión. Ante esto, Sinclair suspendió el programa y exigió a Kimmel disculpas públicas a la familia de Kirk, además de una indemnización por daños morales. El caso ha generado un intenso debate en Estados Unidos sobre la libertad de expresión y los límites del humor en temas sensibles, con figuras como la actriz Cynthia Nixon defendiendo a Kimmel y criticando la decisión del canal.