Gómez afirmó que la plataforma ejercía un acoso constante. “Cuando ven mi nombre me atacan por hacer eso”, señaló, explicando que la Corte reconoció que “había discriminación” hacia su persona. Tras la victoria legal, que sienta un precedente sobre los derechos digitales en Colombia, su equipo jurídico prepara una nueva demanda, esta vez por la vía civil, para reclamar una indemnización por los perjuicios económicos sufridos, que incluyen la pérdida de millonarios contratos publicitarios. “Voy a seguir batallando legalmente con la Rama Civil de la justicia colombiana, porque la Corte ya le dio ese poder a los jueces”, subrayó Gómez, quien considera que su caso abre la puerta para que otros usuarios afectados por decisiones arbitrarias de las plataformas puedan defenderse.