En su mensaje, explicó la motivación detrás del proyecto: “Le prometí a Dios que si me bendecía levantaría una iglesia en su nombre.
Hoy estoy cumpliendo esa promesa.
Todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a Él”.
La noticia generó un intenso debate entre sus seguidores.
Mientras algunos celebraron su decisión como una muestra de madurez y fe, otros se mostraron escépticos y cuestionaron la autenticidad de su giro espiritual. Ante las críticas, la artista aclaró que su iniciativa no tiene fines comerciales ni personales, sino que responde a una necesidad de encontrar un espacio de paz para vivir su fe junto a su hija.
“Yo voy a la iglesia aunque no lo publique.
Quiero un lugar donde pueda orar tranquila, hacer donaciones para los niños y estar en paz con Dios”, afirmó.
Aunque no se han revelado más detalles sobre el funcionamiento del templo, el gesto de Yailin busca abrir una nueva etapa en su vida, marcada por la espiritualidad.