La influenciadora venezolana Isabella Ladera generó una masiva reacción en redes sociales tras publicar un comunicado en el que acusa directamente al cantante Beéle de filtrar un video íntimo. Este hecho reabrió el debate sobre la violencia digital y la vulneración de la privacidad en la era digital. Tras la viralización del material, Ladera utilizó su cuenta de Instagram para expresar su sentir, calificando el hecho como “una de las traiciones más crueles que he vivido”. En su contundente mensaje, señaló que el video solo estaba en posesión de dos personas, ella y Beéle, acusándolo de exponerla en un momento de vulnerabilidad. “Hoy, al verme estable y en proceso de reconstrucción, esa misma persona decide exponerme de la forma más baja”, escribió. La influenciadora denunció el acto como una forma de violencia hacia las mujeres, lamentando recibir “burlas, odio y juicios, mientras el verdadero responsable permanece en silencio”. Además, compartió una captura de pantalla de una conversación de julio con un hombre identificado como ‘Gus Yogurt’, quien le advertía: “Alguien te quiere rayar con un video”.
Ladera afirmó que no permitirá que la experiencia la defina y que ya está tomando acciones legales. “No soy la vergüenza de esta historia. La vergüenza recae sobre quien traicionó”, concluyó.
Su equipo jurídico, SONUS, emitió un comunicado paralelo desmintiendo que se tratara de una estrategia de marketing y confirmando que se adelantarán las acciones penales correspondientes, advirtiendo que la difusión no consentida de material íntimo es una violación grave a sus derechos.
En resumenIsabella Ladera acusó públicamente a Beéle de ser el responsable de la filtración de un video íntimo, calificándolo como una traición y un acto de violencia. La influenciadora anunció el inicio de acciones legales y reafirmó su decisión de no dejarse amedrentar por el escándalo, generando un amplio debate sobre la violencia digital.