Mariana, de 27 años, es psicóloga, modelo, actriz y activista LGBT+.

Su llegada al concurso, que este año adoptó un formato de reality, fue recibida con reacciones divididas.

Mientras un sector celebró su participación como un avance significativo hacia la inclusión y la representación, otros expresaron críticas y prejuicios.

Consciente de la controversia, Morales ha mantenido una postura firme, declarando que “ser mujer va más allá de una identidad o una genitalidad”. Inspirada en figuras como Ángela Ponce, la primera mujer trans en competir en Miss Universo en 2018, ha afirmado que su objetivo no es necesariamente ganar, sino visibilizar a una comunidad históricamente silenciada.

Además de su rol en el certamen, lidera un proyecto social con niñas víctimas de abuso sexual. Su cuenta de Instagram, @marianamoralesss, se ha convertido en una plataforma para compartir su proceso y enviar mensajes de empoderamiento, mientras que publicaciones como un tuit de la cuenta @queensuniversal celebrando su cupo se han viralizado.