“Falso: si mi hermano tuviera Rolex o Ferraris lo sabría todo el mundo en Medellín”, escribió. Argumentó que el reloj era una imitación (“chiviado”) que su hermano tuvo que buscar en un cajón porque ni lo recordaba. Sobre el vehículo, aseguró que la fotografía databa de 2019, antes de que él asumiera la alcaldía, y que se trataba de un “vicio de montañero” de tomarse fotos con carros lujosos.
Añadió que le pidió a su hermano borrar esas imágenes para evitar especulaciones. Para reforzar su defensa, Esteban Restrepo, gerente de su campaña, publicó un video en el que un experto confirmaba que el reloj no era auténtico. Con su trino, Quintero buscó contrarrestar la narrativa de enriquecimiento ilícito, enmarcando el episodio como un ataque desesperado de sus opositores ante su crecimiento político con miras a la Presidencia.