El suceso tuvo lugar el 16 de julio, cuando la cámara del evento enfocó a Andy Byron en una situación romántica con Kristin Cabot, directora de recursos humanos de la misma compañía. El hecho de que ambos estuvieran casados con otras personas convirtió el clip en "el video más viral de los últimos días". La reacción en cadena fue inmediata. La esposa de Byron, Megan Kerrigan, con quien llevaba más de dos décadas de matrimonio y tenía dos hijos, primero eliminó su apellido de casada de sus perfiles y posteriormente desactivó sus cuentas. Byron también cerró sus redes sociales. La empresa Astronomer se vio obligada a pronunciarse, anunciando una investigación interna que culminó con la confirmación de la dimisión de Byron, la cual fue aceptada por el Consejo de Administración. La compañía nombró un CEO interino mientras busca un reemplazo permanente. El escándalo trascendió al ámbito financiero, con medios como The New York Post y The Economic Times especulando sobre un costoso divorcio. Se estima que la fortuna de Byron asciende a unos 70 millones de dólares y, según expertos legales citados, la ley de Massachusetts podría permitir a su esposa reclamar hasta la mitad de su patrimonio debido a la infidelidad, que fue reforzada por imágenes adicionales obtenidas por TMZ que mostraban a la pareja besándose apasionadamente.
