El suceso ocurrió en el Gillette Stadium de Boston, cuando el vocalista de Coldplay, Chris Martin, enfocó con la cámara a una pareja que se mostraba afectuosa. El hombre, rápidamente identificado como Andy Byron, CEO de la firma tecnológica Astronomer, y la mujer, Kristin Cabot, directora de recursos humanos de la misma compañía, reaccionaron con nerviosismo, separándose y tratando de ocultarse de la pantalla. La situación fue comentada en vivo por Martin, quien bromeó: “O están teniendo una aventura… o son muy tímidos”. El video se difundió exponencialmente en redes sociales, alimentando la especulación de una infidelidad, dado que Byron está casado con Megan Kerrigan Byron. La polémica escaló rápidamente, convirtiéndose en un escándalo corporativo. Inicialmente, Byron emitió un comunicado en el que lamentaba la situación y se quejaba de que el video había sido difundido “sin mi consentimiento”. Sin embargo, la presión pública y mediática fue insostenible, culminando con la confirmación de que había presentado su dimisión, la cual fue aceptada por el Consejo de Administración de Astronomer. El caso se agravó con testimonios de exempleados que describieron a Byron como un “jefe conflictivo”, sugiriendo que el incidente era una forma de “karma”. Por su parte, su esposa, Megan Kerrigan Byron, habría eliminado el apellido de su esposo de sus perfiles en redes sociales, lo que intensificó los rumores de una separación. El evento se ha convertido en un caso de estudio sobre cómo un momento personal, amplificado por la viralidad digital, puede tener consecuencias profesionales devastadoras para figuras de alto perfil.
