Su sistema operativo será SteamOS 3, basado en Linux, que permitirá funciones como suspensión y reanudación instantánea.

Junto con la consola, Valve también presentó un rediseñado Steam Controller, que ahora incluye dos joysticks magnéticos con tecnología TMR para evitar el ‘drift’, paneles táctiles, controles giroscópicos y cuatro botones traseros. Además, la compañía reveló el Steam Frame, un nuevo visor de realidad virtual inalámbrico y autónomo. Este anuncio marca el segundo intento de Valve por establecerse en el mercado de consolas de sobremesa, tras el limitado éxito de las primeras Steam Machines en 2015. La empresa parece haber aprendido de sus errores, capitalizando el éxito de la Steam Deck para ofrecer un ecosistema de hardware más cohesivo y potente.