Esta última condición ha generado una reacción agridulce en la Unión Sindical Obrera (USO), que si bien celebra el avance en la participación laboral, critica la exclusión de sus dirigentes. El cambio también flexibiliza los requisitos de experiencia, aceptando títulos técnicos y tecnólogos, y valorando la experiencia operativa en la industria. La elección del representante se realizará mediante votación directa de los trabajadores, y su nombre será incluido por el Ministerio de Hacienda en la lista de candidatos presentada a la Asamblea. Esta movida se enmarca en un contexto de mayor alineación de la Junta con los planes del presidente Gustavo Petro, quien busca consolidar su influencia en decisiones estratégicas de la petrolera, como la posible desinversión en el Permian. La modificación del quórum de la Junta, también aprobada, permitirá tomar decisiones con menos de tres mujeres, facilitando la toma de decisiones importantes antes de la próxima asamblea ordinaria en marzo de 2026.