"Brash es una combinación de 'browser crash', de ahí su nombre, y lo que hace es literalmente romper el navegador", explicó Pino.

En sus pruebas, logró bloquear completamente los navegadores basados en Chromium en un lapso de 15 a 60 segundos.

La gravedad de la vulnerabilidad radica en su simplicidad y alcance, ya que no requiere que el usuario descargue archivos ni instale extensiones. A pesar de haber reportado el fallo al equipo de seguridad de Chromium bajo protocolos de divulgación responsable, hasta el momento no se ha lanzado un parche oficial, dejando a miles de millones de usuarios expuestos.

Mientras tanto, navegadores con otros motores, como Firefox y Safari, no se ven afectados.