Como resultado de las desinversiones, Telefónica reportó una pérdida neta de 1.080 millones de euros hasta septiembre, en contraste con las ganancias del año anterior. Sin embargo, la compañía proyecta que, una vez contabilizadas todas las operaciones pendientes, su deuda se reducirá en 1.800 millones de euros. A pesar de la estrategia de desinversión, la unidad de Telefónica Hispanoamérica ha mostrado signos de recuperación. En el tercer trimestre de 2025, la compañía sumó tres trimestres consecutivos de crecimiento en clientes de pospago y fibra óptica al hogar (FTTH), impulsada principalmente por el desempeño en México y Colombia. En Colombia, el repunte comercial se atribuye a la mejora en la calidad de la red tras el acuerdo con Millicom para crear una red móvil única. Sin embargo, los ingresos totales en la región disminuyeron un 3,6 % interanual, afectados por una menor dinámica en el segmento empresarial colombiano y la caída en la venta de terminales en México. La estrategia ha generado volatilidad en el mercado, con una caída histórica del 13 % en las acciones de la compañía tras la presentación de su plan estratégico.