La venta de la filial de Uruguay a Millicom se cerró el 7 de octubre, mientras que la de Ecuador a Millicom España por 329 millones de euros está pendiente de aprobación regulatoria, al igual que las transacciones en Colombia y Perú. A pesar de la estrategia de salida, la compañía destacó un crecimiento comercial por tres trimestres consecutivos en clientes de pospago y fibra óptica al hogar (FTTH) en la región, con México y Colombia como principales impulsores. La nueva hoja de ruta 2026-2029 ratifica este enfoque estratégico, aunque los anuncios han provocado caídas significativas en la cotización de sus acciones.