Una víctima relató: “Utilizaron mi identidad para hacerse pasar por mí y vender dólares”.

La investigación también señala que las compañías no realizaron controles periódicos para garantizar la efectividad de sus procesos de seguridad, a pesar de conocer posibles vulneraciones, y no ofrecieron respuestas claras a los usuarios afectados. El SIM Swapping es un tipo de fraude en el que un delincuente engaña al operador para transferir el número de teléfono de la víctima a una SIM en su poder, lo que le permite interceptar códigos de seguridad de bancos o redes sociales. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ha identificado esta práctica como una técnica para cometer fraudes financieros.

De comprobarse las conductas, cada empresa podría enfrentar multas de hasta 15.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV).