El ataque comienza cuando la víctima recibe un archivo comprimido en formato ZIP, que aparenta ser un documento importante como un recibo o un informe médico. Dentro del ZIP se encuentra un acceso directo de Windows (.LNK) que, al ser ejecutado, descarga un script de PowerShell desde servidores externos.

Si el usuario tiene una sesión de WhatsApp Web activa, el malware reenvía automáticamente el archivo infectado a todos sus contactos y grupos, provocando una rápida expansión.

La firma de ciberseguridad Trend Micro reportó 477 infecciones, de las cuales 457 ocurrieron en Brasil, lo que ha generado una advertencia en Colombia por su potencial de propagación regional. Aunque el objetivo principal del virus parece ser la disrupción y la propagación masiva en lugar del robo directo de datos, los riesgos asociados son significativos. Entre ellos se encuentran la pérdida de control de la cuenta de WhatsApp, la posibilidad de robo de credenciales bancarias mediante ventanas emergentes falsas y la interrupción de operaciones en sectores clave como el gubernamental, tecnológico y educativo.

Para protegerse, los expertos recomiendan desactivar las descargas automáticas en WhatsApp, no abrir archivos ZIP de remitentes inesperados, mantener los sistemas operativos y antivirus actualizados, y verificar cualquier mensaje que solicite información sensible.