El acuerdo pone fin a un litigio cuyo juicio había comenzado esta misma semana en Seattle.

Del monto total, 1.500 millones de dólares se destinarán a la distribución entre aproximadamente 35 millones de clientes de Prime que se vieron afectados por estas prácticas, mientras que los 1.000 millones restantes corresponden a una multa.

Como parte del pacto, la FTC ha obligado a Amazon a presentar de manera clara y transparente las condiciones para contratar y cancelar las suscripciones a su servicio.

En un comunicado, Amazon afirmó que siempre ha cumplido con la ley y que el acuerdo le permite volver a centrarse en su negocio, evitando un proceso judicial que podría extenderse por años con posibles apelaciones. La compañía también subrayó que el acuerdo no implica una admisión de culpabilidad y que, en su mayor parte, no requerirá cambios significativos en los procedimientos actuales relacionados con las suscripciones a Prime. Este servicio es una herramienta clave para la fidelización de clientes de Amazon, ya que los suscriptores tienden a comprar con más frecuencia gracias a beneficios como el envío gratuito.