Estas permiten visualizar mensajes, notificaciones, videollamadas y seguir indicaciones de mapas directamente en el lente.

La interacción se realiza mediante una pulsera neural que detecta impulsos eléctricos de los músculos de la mano, permitiendo controlar las funciones con gestos sutiles. Zuckerberg afirmó que el objetivo es crear dispositivos que ofrezcan "superinteligencia personal y una sensación de presencia usando hologramas realistas".

Sin embargo, la demostración en vivo tuvo tropiezos; en un intento de mostrar una videollamada, la función falló, lo que generó preguntas sobre la madurez de la tecnología. Andrew Bosworth, CTO de Meta, tuvo que intervenir diciendo "lo depuraremos después". Este incidente resalta los desafíos que enfrenta la compañía, que ha invertido más de 70 mil millones de dólares en su división de realidad virtual y aumentada desde 2020. Además de las Ray-Ban Display, Meta anunció las Oakley Meta Vanguard, enfocadas en deportes por 499 dólares, y una segunda generación de las Ray-Ban Meta básicas desde 379 dólares, ampliando su ecosistema de dispositivos vestibles.