Este modelo forma parte de una estrategia regional para unificar producción y optimizar recursos, ofreciendo un vehículo moderno, seguro y conectado, adaptado a las preferencias del mercado latinoamericano, donde los SUVs ya representan más del 40 % de las ventas.
Por otro lado, la compañía anunció que el Touareg, su SUV insignia durante casi 25 años, dejará de fabricarse a mediados de 2026 y no tendrá un sucesor directo. La decisión se debe principalmente a los altos costos de producción que afectaban su competitividad. El modelo Tayron se consolidará como la alternativa para quienes busquen un SUV de gran tamaño dentro del portafolio de la marca, pero con un enfoque más eficiente y asequible. Este doble movimiento estratégico evidencia el enfoque de Volkswagen en modelos de mayor volumen de ventas y en la optimización de su producción regional, adaptándose a las nuevas dinámicas del mercado automotor y priorizando la rentabilidad en un segmento altamente competitivo. Además, la marca sigue explorando nuevos modelos de negocio, como el cobro de una suscripción mensual en el Reino Unido para desbloquear potencia adicional en su modelo eléctrico ID.3 Pure.