Estos incidentes subrayan la complejidad de replicar la agilidad y adaptabilidad humanas. El gobierno de Pekín ve estos juegos como una plataforma crucial para experimentar y perfeccionar las tecnologías robóticas, con el objetivo de construir una industria de robots humanoides de talla mundial para 2027. El evento no solo es una vitrina tecnológica, sino también un laboratorio de innovación que busca acelerar el desarrollo de máquinas capaces de colaborar eficazmente con los humanos en entornos cotidianos e industriales.
