Esta propuesta surge en un momento crítico para Google, que enfrenta un escrutinio antimonopolio por parte de las autoridades estadounidenses que podría obligarlo a desinvertir en este activo estratégico. La oferta de Perplexity, valorada en aproximadamente 18.000 millones de dólares, se presenta como una solución proactiva a los problemas legales de Google. En una carta dirigida al CEO de Alphabet, Sundar Pichai, la startup argumentó que la venta de Chrome a un "operador independiente y competente" serviría al "más alto interés público". La propuesta incluye el compromiso de mantener el código abierto de Chromium y de invertir 3.000 millones de dólares en el desarrollo del navegador durante los próximos dos años. Sin embargo, la viabilidad de la operación genera escepticismo. Analistas del mercado valoran Chrome entre 20.000 y 50.000 millones de dólares, lo que sitúa la oferta de Perplexity en un rango "plausible, pero difícil de concretizar por la falta de capacidad financiera de la startup". Además, muchos interpretan la jugada como una estrategia de marketing para ganar notoriedad y promover su propio navegador, Comet.
Alphabet no ha mostrado ninguna intención de vender Chrome y se espera que recurra cualquier decisión judicial que imponga su enajenación, un proceso que podría prolongarse durante años. El contexto es el caso antimonopolio en el que el juez federal Amit Mehta podría obligar a Google a vender el navegador para debilitar su dominio en el mercado de las búsquedas, donde Chrome actúa como una puerta de entrada fundamental a su ecosistema.