El lanzamiento posiciona a GPT-5 como el modelo más avanzado de la compañía hasta la fecha, descrito por su director ejecutivo, Sam Altman, como el equivalente a “hablar con un experto con un doctorado sobre cualquier asunto”. A diferencia de versiones anteriores, GPT-5 integra todas las funcionalidades en un único modelo que decide automáticamente el nivel de complejidad necesario para cada consulta, eliminando la necesidad de que el usuario seleccione entre diferentes modos. Entre sus principales mejoras se encuentran una mayor precisión, una notable reducción de errores o “alucinaciones”, y la capacidad de realizar tareas complejas como la codificación de software a partir de instrucciones simples. Además, introduce nuevas opciones de personalización, como personalidades predefinidas para el chatbot (Cínica, Robot, Oyente o Nerd) y una mayor integración con aplicaciones de Google como Gmail y Calendar.
La disponibilidad del modelo es escalonada: los usuarios gratuitos tienen acceso limitado y, al alcanzarlo, son transferidos a una versión más ligera llamada GPT-5 mini, mientras que los suscriptores de los planes Plus y Pro cuentan con límites de uso considerablemente más altos. Inmediatamente después del anuncio, Microsoft, socio estratégico de OpenAI, confirmó que integrará GPT-5 en su ecosistema, incluyendo Copilot y la plataforma Azure.
De igual forma, Apple anunció que el nuevo modelo estará integrado en Apple Intelligence con el lanzamiento de iOS 26. La respuesta de la competencia fue inmediata; Elon Musk, a través de su empresa xAI, afirmó que su modelo actual, Grok 4, ya es superior y anunció el lanzamiento de Grok 5 para finales de año, prometiendo que será “devastadoramente bueno”. El despliegue de GPT-5 no estuvo exento de problemas, ya que al día siguiente se reportó una caída parcial del servicio de búsqueda de ChatGPT.