En Cartagena, la informalidad supera el 60%, impulsada por una economía turística que genera empleos estacionales y mal remunerados. El análisis de Álvaro Viloria Romero señala que esta precariedad laboral, sumada a la desconexión entre los sectores de alta productividad y la población local, amplifica los riesgos sociales y la pobreza crónica. De manera similar, en Ibagué y el Tolima, cerca del 60% de los trabajadores son informales, lo que significa que la mayoría vive al día, sin acceso a pensión o cesantías. El Día Internacional de los Vendedores Ambulantes, celebrado el 14 de noviembre, visibiliza a este sector, que representa una parte fundamental de la economía popular pero que opera en condiciones de vulnerabilidad y sin garantías laborales.