La participación de las mujeres en el mercado laboral colombiano presenta un panorama de contrastes, con avances significativos en la formación y vinculación formal, pero con la persistencia de brechas y discriminación cultural. El SENA se ha consolidado como un motor clave para la inclusión laboral femenina, aunque persisten desafíos estructurales, especialmente en regiones como la Caribe. Según el informe "La mujer en el mercado laboral colombiano" del SENA, el 52,6% de las mujeres egresadas de formación titulada lograron vincularse laboralmente en el primer semestre de 2025. En total, más de 141.000 mujeres consiguieron empleo formal a través de la Agencia Pública de Empleo en ese periodo. El informe destaca el éxito en la inclusión de poblaciones vulnerables, como víctimas del conflicto armado (45% de inserción) y mujeres con discapacidad (38%). Sin embargo, este progreso coexiste con una realidad de discriminación.
Jaime Alberto Morón Cárdenas, director del ORMET Caribe, señaló que el desempleo en la región afecta desproporcionadamente a las mujeres jóvenes debido a factores culturales y un modelo patriarcal.
“Todavía seguimos siendo un país patriarcal con atisbo muy fuerte culturalmente frente a la discriminación laboral negativa hacia la mujer”, afirmó.
Esta barrera cultural se refleja en la baja matrícula femenina en carreras como ingeniería. Además, se organizan iniciativas como la feria de empleo en Bogotá con 2.000 vacantes exclusivas para mujeres, buscando contrarrestar estas brechas.
Por otro lado, un análisis sobre el sistema pensional evidencia una profunda inequidad: solo una de cada ocho mujeres logra pensionarse, frente a uno de cada cuatro hombres, recibiendo mesadas considerablemente más bajas.
En resumenAunque existen avances notables en la inserción laboral de mujeres, impulsados por entidades como el SENA, persisten barreras estructurales de discriminación cultural y brechas pensionales que limitan la equidad de género en el mercado de trabajo colombiano.