Dirigido a personas entre 18 y 50 años, el programa ofrece capacitaciones específicas según las necesidades del mercado local.

En Cali, por ejemplo, se abrieron cupos para cursos de aseo especializado, protocolo de servicios y conducción, mientras que en Tuluá las opciones incluyen operario de soldadura y barbería con énfasis en cortes americanos. Según Óscar Eduardo Vivas, secretario de Desarrollo Económico del Valle, la estrategia no solo brinda formación, sino que busca “conectar directamente a los participantes con las empresas que tienen vacantes disponibles”. Este enfoque de empleabilidad es uno de los pilares del programa, que busca generar “una colocación laboral, de acuerdo a la oferta del mercado”. El impacto positivo de esta iniciativa se refleja en testimonios como el de Mónica Fernández, una beneficiaria que gracias a la modalidad de educación dual del programa pudo continuar sus estudios mientras trabajaba. “VALLEmplea ha transformado bastante mi vida”, afirmó, destacando la incredulidad de la gente ante la posibilidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo desde el inicio de una carrera. Su experiencia subraya el éxito del modelo, que combina el aprendizaje teórico con la práctica en un entorno laboral real, respondiendo a una de las mayores barreras para muchos ciudadanos: la necesidad de generar ingresos mientras se capacitan.