Esta medida busca prevenir el agotamiento y el estrés en los animales.

Además de los horarios, las empresas que utilizan apoyo canino deberán cumplir con requisitos estrictos para renovar sus licencias de operación. Entre ellos se incluyen la obtención de certificaciones anuales de salud y entrenamiento para cada perro, contar con pólizas de responsabilidad civil y mantener convenios activos con clínicas veterinarias. La normativa prohíbe explícitamente el uso de castigos violentos en el adiestramiento y exige protocolos de bioseguridad para el transporte y la alimentación. La Superintendencia realizará inspecciones periódicas y sorpresivas para verificar el cumplimiento de estas reglas, incluyendo la revisión de bitácoras de horas trabajadas. La medida responde a irregularidades en el sector, como el caso de Limonar, un perro de seguridad del aeropuerto El Dorado que murió en 2023, cuya empresa operaba sin la licencia correspondiente.

Es importante aclarar que esta nueva reglamentación aplica exclusivamente a empresas privadas y no afecta a los caninos de la Policía o las Fuerzas Militares.