El incidente, captado en un video que se viralizó rápidamente, muestra al agresor arrojando un balde con agua al trabajador mientras lo insulta con frases como: “¡A mí me respetas, HP!

Aquí comes y duermes”.

Este acto ha sido catalogado como un claro ejemplo de maltrato y abuso de poder en el entorno laboral.

La reacción de las altas esferas del gobierno fue inmediata. El presidente Gustavo Petro calificó al agresor como “un esclavista”, mientras que el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, aseguró que el hecho “no solo es una violación de las normas laborales, es un delito que merece ser castigado con todo el peso de la ley”.

En consecuencia, el Ministerio anunció una investigación inmediata para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.

Las acciones anunciadas incluyen inspecciones y posibles procesos sancionatorios contra el establecimiento, la remisión del caso a la Fiscalía General de la Nación por posible violencia física y psicológica, y una evaluación de la situación migratoria del ciudadano español. Según versiones compartidas en redes sociales, este no sería el primer caso de maltrato por parte del empresario. El caso ha reabierto el debate sobre la dignidad en el trabajo y la protección de los derechos de los empleados, especialmente de las poblaciones vulnerables como los adultos mayores.