Su padre, Fredy Tole, quien también trabajaba en el lugar, relató a las autoridades: “Corrí a auxiliarlo pero lo encontré sin vida”.

En otro trágico suceso en Envigado, Antioquia, un trabajador de 52 años, Fredy Manuel Hoyos Cuello, murió al ser aplastado por dos placas de mármol de aproximadamente 300 kilos cada una mientras realizaba labores de descarga. A pesar de ser trasladado con vida a un centro asistencial, falleció debido a la gravedad de sus heridas. Adicionalmente, en la mina de carbón Fraile 1, en Socotá, Boyacá, una explosión por acumulación de gas metano causó la muerte de un minero, José Maximino Uscátegui Gómez, y dejó a otros tres con quemaduras de segundo y tercer grado. La Agencia Nacional de Minería (ANM) ordenó la suspensión total de las operaciones en la mina e inició una investigación para esclarecer las causas del siniestro. Estos incidentes subrayan los peligros inherentes a ciertas actividades económicas y la urgencia de una supervisión más estricta por parte de las autoridades y un mayor compromiso de las empresas para garantizar entornos laborales seguros.