A nivel de ciudades, las disparidades son notables: Sincelejo (69,1 %), Valledupar (64,9 %) y Montería (64,1 %) registran las tasas más altas.

En contraste, Bogotá D.C.

(34,0 %), Manizales A.M.

(37,2 %) y Medellín A.M.

(39,9 %) muestran los menores niveles de informalidad. El tamaño de las empresas es otro factor determinante, ya que el 84,8 % de los ocupados en microempresas se encuentran en la informalidad, en comparación con solo el 2,4 % en las grandes compañías. Esta problemática no solo implica la ausencia de garantías como seguridad social y pensiones, sino que también limita el bienestar y la estabilidad económica de millones de familias, convirtiéndose en un obstáculo para el desarrollo equitativo del país.