Las cifras son contundentes: seis de cada diez afiliados a los fondos privados (11,5 millones de personas) y el 57,8% de los afiliados a Colpensiones (4 millones) no realizaron aportes en el último mes.
José Luis León, representante de Natixis, advierte que “sin cotización constante, no hay pensión. Y sin pensión, el retiro se convierte en una etapa de vulnerabilidad extrema”.
La reforma laboral recientemente implementada busca abordar parte de este problema al facilitar la cotización a seguridad social por períodos inferiores a un mes a través de ajustes en la Planilla PILA, beneficiando a trabajadores por días o con ingresos menores al salario mínimo. Sin embargo, la informalidad masiva sigue siendo la principal barrera para que millones de colombianos accedan a una pensión por vejez, invalidez o sobrevivencia. La baja cobertura y la intermitencia en las cotizaciones no solo condenan a los adultos mayores a la pobreza, sino que también ponen en jaque la viabilidad financiera de todo el sistema pensional, un desafío que la nueva reforma pensional intenta mitigar con auxilios económicos, pero que no resuelve el problema de fondo.