El desempleo juvenil se mantiene como uno de los problemas más críticos del mercado laboral colombiano, con tasas que duplican el promedio nacional y que muestran un deterioro en ciudades intermedias. Para el trimestre móvil junio-agosto de 2025, la tasa de desocupación juvenil en el país se ubicó en 14,8%, pero en ciudades como Neiva y Bucaramanga la situación es particularmente alarmante. En Neiva, el desempleo juvenil escaló del 14,5% al 16,5%, un aumento que agrava la crisis laboral de la ciudad, donde la tasa general de desocupación también creció. Brayan Valencia, presidente del Consejo Municipal de Juventud, argumentó que el problema es multifactorial, y señaló la necesidad de que las instituciones educativas fortalezcan tanto la formación académica como las “habilidades blandas”. Además, criticó que la exigencia de experiencia laboral se convierte en una barrera insuperable para los jóvenes que buscan su primer empleo.
En Bucaramanga y su área metropolitana, la tasa de desempleo juvenil también aumentó, pasando del 14,6% al 14,9%, superando el promedio nacional. Aunque la ciudad se ubica como la décima con menor desempleo general, el retroceso en la inserción laboral de los jóvenes es preocupante. El sector de comercio y reparación de vehículos, principal fuente de trabajo para esta población, registró una pérdida de 6.000 puestos en el último año. Expertos como el profesor César Perdomo señalan que la falta de diversificación económica en estas ciudades limita las oportunidades, mientras que otros análisis apuntan a un desencanto de los jóvenes con el mercado laboral formal, prefiriendo opciones más flexibles o el emprendimiento digital.
En resumenEl desempleo juvenil en Colombia se agrava en ciudades intermedias, con una tasa nacional del 14,8% entre junio y agosto de 2025. Neiva y Bucaramanga registran un aumento en la desocupación de este grupo poblacional, alcanzando el 16,5% y 14,9% respectivamente, debido a la falta de diversificación económica y barreras como la exigencia de experiencia laboral.