El mercado laboral colombiano exhibe profundas brechas territoriales, con ciudades que alcanzan cifras de empleo históricas mientras otras permanecen estancadas en altas tasas de desocupación. Según el informe del DANE para el trimestre junio-agosto de 2025, Medellín y su área metropolitana se consolidaron como la región con la menor tasa de desempleo del país, registrando un 6,4%, una caída significativa desde el 8,3% del año anterior. Este éxito, celebrado por el alcalde Federico Gutiérrez como “el resultado del trabajo en equipo con el sector productivo, los empresarios, la sociedad civil y las universidades”, contrasta drásticamente con la realidad de otras capitales. Quibdó (Chocó) mantuvo la tasa de desocupación más alta de Colombia, con un alarmante 24,4%.
Le siguen Riohacha (14,2%) e Ibagué (12,5%), ciudades que enfrentan serios desafíos estructurales.
Un caso particularmente preocupante es el de Neiva, que fue la única ciudad del país donde el desempleo aumentó en el último trimestre, ascendiendo a 9,7%. Esta situación ha encendido las alarmas sobre la falta de diversificación económica en la capital del Huila, cuya economía depende fuertemente del comercio y los servicios.
Por otro lado, ciudades como Montería y Valledupar mostraron mejoras, logrando reducir su tasa de desempleo a un solo dígito, con 9,8% y 9,5% respectivamente.
Estas diferencias evidencian que la recuperación económica no es homogénea y que se requieren políticas públicas focalizadas para atender las particularidades de cada región, promoviendo la diversificación productiva y la creación de empleo formal en las zonas más rezagadas.
En resumenEl mercado laboral colombiano muestra una marcada desigualdad regional: mientras Medellín celebra una tasa de desempleo históricamente baja del 6,4%, Quibdó enfrenta una crisis con el 24,4%. Neiva es la única ciudad donde la desocupación aumentó, alcanzando el 9,7%, lo que subraya la urgente necesidad de políticas económicas diferenciadas para cerrar las brechas territoriales.