Le siguen Riohacha (14,2%) e Ibagué (12,5%), ciudades que enfrentan serios desafíos estructurales.

Un caso particularmente preocupante es el de Neiva, que fue la única ciudad del país donde el desempleo aumentó en el último trimestre, ascendiendo a 9,7%. Esta situación ha encendido las alarmas sobre la falta de diversificación económica en la capital del Huila, cuya economía depende fuertemente del comercio y los servicios.

Por otro lado, ciudades como Montería y Valledupar mostraron mejoras, logrando reducir su tasa de desempleo a un solo dígito, con 9,8% y 9,5% respectivamente.

Estas diferencias evidencian que la recuperación económica no es homogénea y que se requieren políticas públicas focalizadas para atender las particularidades de cada región, promoviendo la diversificación productiva y la creación de empleo formal en las zonas más rezagadas.