La informalidad laboral agudiza esta desigualdad, multiplicando por seis la diferencia salarial en comparación con el sector formal. El informe de mercado laboral del DANE para agosto de 2025 revela una diferencia de 4,5 puntos porcentuales en la tasa de desempleo: 11,2 % para las mujeres frente a un 6,7 % para los hombres. Esta disparidad es un reflejo de barreras estructurales que limitan el acceso y la permanencia de las mujeres en el empleo. Un análisis de la Corporación para el Desarrollo de la Seguridad Social (CODESS) profundiza en esta problemática, advirtiendo que la brecha salarial, que en promedio es del 6,3 %, se dispara en el sector informal. Mientras en el empleo formal la diferencia es del 5,2 %, en la informalidad alcanza un alarmante 28 %. Esto significa que la falta de regulación y protección en el trabajo informal castiga de manera desproporcionada a las mujeres. Además, la carga del trabajo de cuidado no remunerado recae mayoritariamente sobre ellas. Según la Encuesta de Uso del Tiempo, las mujeres dedican el 17,6 % de su jornada a estas tareas, en comparación con solo el 5,2 % de los hombres.
Esta "doble jornada" limita su participación laboral, que es 23,6 puntos porcentuales más baja que la masculina. Roberto Sierra, director de CODESS, lo resume así: "La brecha salarial no es un fenómeno aislado, es el reflejo de desigualdades estructurales que afectan el acceso, la permanencia y las condiciones de trabajo de las mujeres".