Esta cifra es alarmante, ya que evidencia las dificultades que enfrenta el campo colombiano y podría explicar por qué el desempleo rural aumentó del 7 % al 7,8 % en el mismo periodo. Otros sectores que también mostraron un balance negativo fueron el de comercio y reparación de vehículos, con una disminución de 165.000 puestos, y el de actividades artísticas y de entretenimiento, que perdió 57.000 empleos. La mayor parte de los nuevos puestos de trabajo correspondieron a obreros y empleados particulares, con un aumento de 425.000 personas.
