Trabajadores de varias clínicas privadas en Colombia han denunciado públicamente una grave crisis laboral, caracterizada por el retraso de meses en el pago de sus salarios y liquidaciones. Los casos, reportados en instituciones de Montería e Ibagué, revelan una situación de precariedad que afecta la estabilidad económica de cientos de familias. En Montería, empleados de la Clínica Zayma denunciaron un atraso salarial de más de tres meses, afirmando que la administración ha priorizado otros pagos, dejándolos sin recursos para cubrir necesidades básicas como transporte y alimentación. De manera similar, trabajadores de la Clínica Montería reportaron demoras de hasta seis meses en sus sueldos, tres cesantías pendientes y la falta de afiliación a la seguridad social desde el año anterior.
Según los afectados, la gerencia argumenta que “no hay plata” para cumplir con las obligaciones.
La situación se repite en Ibagué, donde extrabajadoras de la clínica Unitrauma aseguran llevar cuatro meses sin recibir salarios ni liquidaciones. Esta crisis ha tenido consecuencias directas en sus familias, como la interrupción de tratamientos médicos y dificultades en la educación de sus hijos, debido a que el sistema de salud las reporta en mora.
Las denunciantes critican que, mientras ellas enfrentan deudas, las clínicas continúan operando e incluso publicando nuevas vacantes.
Los trabajadores han acudido a las autoridades competentes, como el Ministerio de Trabajo, pero señalan que los procesos son lentos y no han recibido soluciones concretas, lo que agrava su desprotección.
En resumenUna serie de denuncias en Montería e Ibagué ha sacado a la luz una crisis laboral en clínicas privadas, donde los empleados enfrentan retrasos de hasta seis meses en el pago de salarios, liquidaciones y falta de seguridad social. Esta situación de precariedad ha dejado a los trabajadores y sus familias en una condición de vulnerabilidad económica y social, mientras critican la inacción de las directivas y la lentitud de las autoridades laborales.