El sector de la industria petrolera y energética en Colombia atraviesa un momento crítico, con la pérdida de más de 30.000 empleos en lo que va del actual gobierno. Esta alarmante cifra fue revelada por Alejandro Ospina Angarita, presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Petrolera y Energética de Colombia (Utipec), quien calificó la situación del sector como 'mala'. Durante el XXII Congreso Colombiano de Petróleo, Gas y Energía, Ospina Angarita argumentó que la crisis se refleja en varios frentes, incluyendo la falta de suscripción de nuevos contratos de exploración y el notable incremento en las importaciones de gas, lo que a su vez ha encarecido el precio para los usuarios finales.
Según el líder sindical, las políticas gubernamentales han contribuido a esta contracción.
“Recordemos que esta industria fue gravada con la primera reforma tributaria, con una tasa de renta del 50 %, generándole una asfixia, una reducción de las inversiones, y por lo tanto, un frenazo que ha afectado”, sostuvo. Este 'frenazo' no solo ha impactado la producción y el abastecimiento nacional, sino que también ha provocado una disminución en las inversiones sociales y ambientales, en la adquisición de bienes y servicios locales y, de manera más drástica, en la generación de empleo. La Utipec hizo un llamado a reactivar de manera oportuna la industria de los hidrocarburos para atraer inversión extranjera, argumentando que se necesita estabilidad jurídica y la reanudación de las rondas de asignación de bloques para exploración, tanto de yacimientos convencionales como no convencionales.
En resumenEl sector de petróleo y energía en Colombia enfrenta una grave crisis, con una pérdida de más de 30.000 empleos atribuida por el sindicato Utipec a políticas gubernamentales, como el aumento de impuestos, que han frenado la inversión y la firma de nuevos contratos, afectando la economía y el mercado laboral.