Estas garantías se ven reforzadas por la Ley 2466 de 2025, que establece la obligatoriedad de suscribir un contrato laboral por escrito, incluso para quienes trabajan por días. Dicho contrato debe incluir el pago de prestaciones sociales como cesantías, primas, vacaciones y recargos por dominicales, festivos y horas extra. Con el salario mínimo de 2025 fijado en $1.423.500 y un auxilio de transporte de $200.000, el valor diario de referencia es de $54.117.

Sin embargo, se reconoce que trabajadoras con más experiencia suelen acordar tarifas superiores, cercanas a los $70.000.

Independientemente de la modalidad de contratación, el empleador debe asumir los aportes a salud, pensión y riesgos laborales, un paso crucial para la dignificación y formalización de este sector.