El acceso al mercado laboral para las personas con discapacidad en Colombia sigue siendo un desafío considerable, marcado por profundas brechas en comparación con la población general. Las estadísticas revelan una disparidad alarmante: solo el 21,5 % de las personas con discapacidad participa activamente en el mercado laboral, frente al 66,4 % de la población sin discapacidad, y su tasa de ocupación es de apenas el 19,6 %, en contraste con el 60,6 % del resto. Para abordar esta problemática, el marco normativo ha introducido cambios significativos, como la reforma laboral de 2025, que establece una cuota obligatoria para empresas con más de 100 empleados, exigiéndoles contratar al menos dos personas con discapacidad por cada 100 trabajadores a partir de junio de 2026. Sin embargo, se ha señalado que esta medida carece de apoyo técnico e institucional para su implementación, lo que podría limitar su efectividad.
A nivel local, surgen iniciativas para complementar estas políticas.
La Alcaldía de Cali, por ejemplo, anunció acciones específicas que incluyen capacitación en herramientas ofimáticas y oficios varios, así como apoyos a emprendedores a través del Plan Semilla y convocatorias con enfoque diferencial.
En Sopó, se ha creado un Banco de Hojas de Vida y un grupo de WhatsApp para conectar a esta población con ofertas laborales inclusivas. El sector privado también muestra ejemplos positivos, como el programa ZER de SOMOS Movilidad, donde el 36,5 % de su personal está en situación de discapacidad, demostrando que la inclusión es viable y beneficiosa.
En resumenLa inclusión laboral de personas con discapacidad en Colombia enfrenta barreras significativas, con tasas de participación y ocupación muy por debajo de la media. Aunque la nueva reforma laboral impone cuotas de contratación, el éxito de la inclusión dependerá de la articulación con iniciativas locales y del sector privado que ofrecen formación y oportunidades concretas.