Los datos muestran que el 31,8 % de los colombianos se encuentra en pobreza monetaria y un 30,5 % en vulnerabilidad económica. Esto significa que, en conjunto, más de seis de cada diez colombianos (62,3 %) viven con ingresos ajustados o están en riesgo de caer en la pobreza ante cualquier choque económico, como el aumento de la inflación o la pérdida del empleo. Para un hogar de cuatro miembros, la línea de pobreza se sitúa en ingresos mensuales totales de $1.840.792. La cercanía entre la línea de pobreza y la de vulnerabilidad describe hogares frágiles, una condición que se acentúa en las zonas rurales, donde el acceso a oportunidades es más limitado. Estos datos son cruciales para el diseño de políticas públicas, ya que sirven como referencia para focalizar subsidios, programas sociales y medidas de alivio. La alta concentración de población en la franja de vulnerabilidad exige una mayor atención a la creación de empleo digno y a la implementación de redes de protección social para garantizar la estabilidad económica de millones de familias.
