Esta situación evidencia una recuperación económica desigual en el territorio colombiano, con regiones que no logran acoplarse al dinamismo nacional. En Neiva, la tasa de desempleo subió del 10,1 % al 10,3 % en el trimestre móvil mayo-julio, posicionándola como la novena ciudad con mayor desocupación del país. Este incremento se debe principalmente a la destrucción de empleos en sectores clave como el comercio y la reparación de vehículos, así como en transporte y almacenamiento. La situación se agrava con un aumento en la informalidad laboral, que alcanzó el 51,2 %, y un desempleo juvenil que escaló al 18,9 %. Por su parte, el área metropolitana de Bucaramanga perdió su posición como la región con menor desempleo, cayendo al quinto lugar con una tasa del 8,5 %. La región perdió 9.000 empleos, principalmente en los sectores de comercio y administración pública.

En contraste, ciudades como Medellín (7,3 %), Villavicencio (7,7 %) y Cali (7,8 %) registraron las tasas de desocupación más bajas.

Tunja, por otro lado, mostró un estancamiento, manteniendo su tasa en un 11 %, por encima del promedio nacional, y un aumento de la informalidad al 40,2 %. Estas diferencias territoriales sugieren que las políticas de empleo deben tener un enfoque regional para abordar las problemáticas específicas de cada mercado laboral y evitar que ciertas zonas queden rezagadas en el proceso de recuperación económica.