Colombia registró en julio de 2025 su tasa de desempleo más baja en más de dos décadas, ubicándose en un 8,8 %. Esta cifra, revelada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), marca una disminución de 1,1 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior y consolida una tendencia positiva en la recuperación del mercado laboral. El descenso en la tasa de desocupación es el resultado de la creación de 766.000 nuevos empleos en el último año, lo que elevó la población ocupada a 23,9 millones de personas, mientras que el número de desocupados se redujo en 230.000, situándose en 2,3 millones. Los sectores que más impulsaron este crecimiento fueron alojamiento y servicios de comida, que aportaron 186.000 nuevos puestos, seguido de transporte y almacenamiento con 172.000. En contraste, la rama de información y comunicaciones fue la que más empleos perdió, con una reducción de 80.000 puestos. El presidente Gustavo Petro celebró el resultado, destacándolo como una muestra de la “vitalidad de la economía nacional” y atribuyéndolo a la reactivación de la industria manufacturera.
A pesar del panorama favorable, persisten desafíos estructurales.
La informalidad laboral, aunque disminuyó 1,2 puntos porcentuales, se mantiene en un elevado 54,8 % a nivel nacional, lo que significa que más de la mitad de los trabajadores carecen de protecciones sociales. Asimismo, la brecha de género sigue siendo una preocupación: la tasa de desempleo para las mujeres fue del 11,1 %, considerablemente superior al 7,1 % registrado para los hombres. Estos indicadores subrayan la necesidad de políticas públicas que no solo fomenten la creación de empleo, sino que también mejoren su calidad y promuevan una mayor equidad en el acceso al mercado laboral.
En resumenLa tasa de desempleo de julio de 2025, la más baja desde 2001, evidencia una sólida recuperación del mercado laboral colombiano, impulsada por los sectores de servicios y transporte. No obstante, la alta informalidad y la persistente brecha de género en el empleo continúan siendo los principales desafíos a superar para lograr un crecimiento económico inclusivo y sostenible.