Según el análisis, las habilidades más requeridas por las empresas, como la digitalización, el análisis de datos y las competencias blandas (liderazgo, trabajo en equipo), no están suficientemente integradas en los programas educativos tradicionales. Esta brecha provoca que muchos jóvenes egresen sin las herramientas necesarias para competir en el mercado actual. En la misma línea, un estudio de la Alianza por la Inclusión Laboral, liderada por la Fundación Corona, revela que solo el 51,6 % de los jóvenes ocupados están calificados para el cargo que desempeñan, mientras que un 36,6 % está sobrecalificado y un 11,9 %, subcalificado. Esta situación no solo evidencia la falta de pertinencia de la educación, sino que también empuja a los jóvenes hacia la informalidad. Daniel Uribe, director ejecutivo de Fundación Corona, afirmó que “la educación media es ese momento en la vida de los jóvenes que no se repite, en el que se deben garantizar los aprendizajes fundamentales para el resto de la trayectoria educativa, laboral y vital”. Perder este punto de apoyo, advierte, es arriesgar su futuro y el del país.