En contraste, ciudades como Medellín, Villavicencio y Cali registraron las tasas de desocupación más bajas del país. Según el DANE, para el trimestre móvil mayo-julio de 2025, Neiva vio su tasa de desempleo subir de 10,1 % a 10,3 %, convirtiéndose en la novena más alta del país. Este deterioro se debió a la destrucción de empleos en sectores clave como comercio, reparación de vehículos y actividades profesionales. Similarmente, el Área Metropolitana de Bucaramanga registró un alza en su tasa de desocupación al 8,5 %, perdiendo su posición como la región con menor desempleo y cayendo al quinto lugar nacional. Allí, la pérdida de 9.000 empleos se concentró en los sectores de comercio y administración pública. En el extremo opuesto, Medellín se consolidó como la ciudad con la menor tasa de desempleo entre las principales capitales (7,3 %), seguida por Villavicencio (7,7 %) y Cali (7,8 %). Por otro lado, las cifras más críticas se presentaron en Quibdó, con una tasa de desocupación del 24,3 % (o 28,6 % en la medición anualizada), Riohacha (14,4 %) e Ibagué (12,8 %). En un balance positivo, Montería logró reducir su tasa de desempleo al 10,4 % tras crear 11.888 nuevos puestos de trabajo en el último año, impulsados por programas como “Impuestos por Puestos de Trabajo”. Asimismo, Pereira y su área metropolitana lograron regresar a una tasa de un solo dígito, consolidando una tendencia de mejora.
