Este comportamiento atípico enciende alarmas sobre las dinámicas económicas y laborales específicas de estas dos regiones.
En el Área Metropolitana de Bucaramanga, la tasa de desocupación alcanzó el 8,5%, un retroceso que la hizo caer del primer al quinto lugar en el ranking de menor desempleo nacional. La región perdió 9.000 empleos en el trimestre, con un impacto severo en sectores clave como el comercio, que eliminó 16.000 puestos de trabajo, y la administración pública, educación y salud, que redujo 12.000 empleos.
Por otro lado, Neiva también mostró un desempeño negativo, con un incremento de su tasa de desocupación del 10,1% al 10,3%. La directora del DANE, Piedad Urdinola, detalló que en la capital del Huila “las ramas que contribuyeron más de forma negativa fueron: comercio y reparación de vehículos, transporte y almacenamiento, y las actividades profesionales, científicas y técnicas, y de servicio administrativo”. Este deterioro del mercado laboral en ambas ciudades contrasta fuertemente con la mejora general del país y sugiere la existencia de vulnerabilidades estructurales a nivel local.
La pérdida de empleos en sectores tan importantes como el comercio, que históricamente ha sido un motor económico en estas áreas, es particularmente preocupante y exige un análisis profundo para diseñar políticas públicas focalizadas que reviertan esta tendencia.